Unos de los pocos días de gran nevada en este invierno atípico. |
¿Cuáles son las consecuencias? Muchas y variadas. Una de ellas es que se hace bastante incómodo caminar sobre las piedras que se echan en el suelo para no resbalarse. En algunas zonas estas piedras se han retirado, pero en otras todavía permanecen ahí. Por otro lado, los coches deben llevar las ruedas de invierno (con clavos) durante estos meses por ley. Al no haber nieve, os podéis imaginar el desgaste de ruedas y carreteras que ello conlleva.
Las pistas de patinaje sobre hielo naturales que pueblan toda la ciudad durante el invierno han tenido una breve presencia este año, ya que han desaparecido, y nos imaginamos que la pista artificial de la estación de tren tendrá un elevado coste de mantenimiento este año. La ausencia de nieve es un problema para los que disfrutan de la misma para hacer esquí de fondo o para tirarse por las colinas en trineo. Tanto es así que el pasado martes, que se celebraba un tradicional día de descenso de trineo en Kaivopuisto, las autoridades tuvieron que traer nieve con camiones para poder celebrar el evento.
Aunque hemos perdido el poder disfrutar de más tiempo de los increíbles paisajes nevados, hemos ganado a cambio unas temperaturas suaves que nos permiten salir a la calle con menos prendas de abrigo. Siempre hay que ver el lado positivo de las cosas.
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