Aquí os traemos la segunda parte de la gestión de la nieve en Helsinki, centrada en esta ocasión en los coches y las carreteras. La gestión de la nieve para la vida en carretera también tiene su interés. Como ya hemos dicho en la
primera entrega, las carreteras se limpian con grandes quitanieves, por lo que queda un firme adecuado para la conducción, aunque bastante resbaladizo, por lo que los coches suelen derrapar cuando hacer giros bruscos. Para mejorar el agarre, es obligatorio tener dos juegos de ruedas, unas para verano y las otras para invierno. De este modo, en invierno todo el mundo tiene que tener ruedas con clavos cuando la nieve comienza a caer.
|
Ruedas de invierno. |
Con los coches también te puedes encontrar con zonas en las que no se ha limpiado, como puede ser a la entrada/salida de los garajes. Si es ese el caso, no queda más remedio que coger la pala y limpiar el camino por tu cuenta. Si no eres tan afortunado de aparcar a cubierto y aparcas en la calle, hay varias cosas a tener en cuenta. La primera de ellas es que si dejas el coche mucho rato mientras nieva, te lo puedes encontrar así:
|
Sorpresa mañanera. |
Afortunadamente, el dueño dejó el coche con los limpiaparabrisas levantados, evitando así que se le puedan romper por el peso de la nieve. Después de limpiar el coche con el cepillo (vital tener un cepillo a mano), hay que sacarlo a la calzada. Pero, generalmente, las máquinas quitanieves han acumulado nieve a los lados de los coches, por lo que hay que ingeniárselas para salir, ya sea limpiando con una pala o haciendo maniobras (ahí cada cuál usa su técnica). Además, cuando está aparcado en la calle, más vale rezar porque no caigan bloques de nieve grandes de la limpieza de los tejados sobre el coche, porque el golpe no te lo quita nadie.
Otro problema al aparcar en la calle es el frío. Con temperaturas bajo cero durante varios meses, es normal que los coches estén fríos y cueste arrancar. No obstante, en muchas zonas de la ciudad, existen unos postes en las plazas de aparcamiento para residentes en donde se puede conectar el coche a la red eléctrica para que así el motor pueda arrancar con facilidad después de una dura noche de invierno.
|
Recargando pilas al coche. |
Las bicicletas no se libran de este problema. Así como en verano las bicicletas invaden la ciudad, en invierno el número es, evidentemente, muchísimo menor. No obstante, hay gente que sigue utilizando las bicicletas incluso en días de mucha nieve. El problema es que después de una noche de nevada, lo más probable es que amanezca así:
|
Las bicicletas no se libran de las nevadas. |
Hay que destacar que, a pesar de las condiciones climatológicas y de los avisos en la web oficial, los transportes públicos siguen funcionando igual de bien que el resto del año. Quizás algún retraso en momentos de mucha nevada, pero, por lo general, cumplen con los horarios.