miércoles, 19 de marzo de 2014

Gestión de la nieve (parte V)


Hoy os traemos un nuevo capítulo de nuestra serie de entradas en las que os contamos cómo se gestionan aquí diversos temas cuando la nieve hace presencia. Si os habéis perdido las anteriores partes, las podéis encontrar aquí: parte Iparte IIparte III y parte IV.

En concreto, hoy os vamos a hablar de los problemas a pie de calle como peatones. Ya os hemos comentado otras veces en el blog los problemas que pueden surgir al caminar por la ciudad con tanta nieve y hielo. Un problema es que la nieve se acumula en los tejados y grandes bloques de nieve asoman por encima de los edificios con el riesgo de caer sobre las cabezas de los peatones. A esto, se le añade el riesgo de las estalactitas de hielo (los carámbanos) que se pueden formar también en algunas cornisas. Todo junto hace necesario el caminar con mucha precaución.

Estalactitas de hielo (carámbanos) colgando de un tejado
Estalactitas de hielo (carámbanos) colgando de un tejado.
Además, el suelo resbala y mucho. A pesar de las piedras que se colocan sobre la nieve, siempre hay zonas en las que resbala más, ya sea por falta de piedras, nieve recién caída, hielo negro... Para aumentar el agarre, lo mejor es buscar calzado que tenga mucha huella, es decir, muchos entrantes y salientes. También venden zapatos con clavos y clavos de quita y pon, pero quizás eso sea demasiado para la vida en la ciudad. Tan concienciados están que ¡hasta hay zapatos de tacón con huella!

Zapato de tacón con huella
Zapato de tacón con huella.
Y hablando de calzado, es evidente que éste se moja y se ensucia mucho al caminar por la nieve. Por ello, es recomendable utilizar calzado resistente al agua o que tenga Gore-Tex. En algunas zonas el pie puede llegar a hundirse mucho, por lo que es recomendable que el tejido sea capaz de aislar del exterior si no se quiere ir mojado/a el resto del día.

Pero claro, hay personas que necesitan llevar un calzado específico por motivos de trabajo (o simplemente estilo de vida). Para esos casos, hay una solución muy curiosa. Resulta que venden unos zapatos de colores llamativos que se utilizan como segunda capa de calzado. Es decir, hay que meter el pie con el calzado bueno dentro de este otro zapato, de tal forma que el bueno queda protegido del agua y de la suciedad.

Zapatos protectores para la nieve
Zapatos protectores para la nieve.
A la hora de caminar por la ciudad, en muchas zonas es muy complicado distinguir por dónde cruzar, ya que los pasos de peatones están cubiertos por nieve. En cada paso de peatones suele haber una señal que lo indica, sobre todo para que los conductores sean conscientes, pero claro, la señal también se puede llegar a cubrir de nieve y dejar de ser visible. Como consecuencia, en algunas calles en las que no conoces los pasos de peatones la solución es cruzar por donde buenamente puedas. De hecho, hubo una época en la que cruzábamos por un sitio sin estar seguros de si se podía o no y no lo descubrimos hasta que llegó el deshielo. Hay que decir que, afortunadamente, los conductores suelen ser bastante pacientes y más aún en estos casos y suelen ir despacio y dejar pasar a los peatones.

Señal de paso de peatones cubierto por nieve
¿Dónde dices que está el paso de peatones?

martes, 11 de marzo de 2014

Invierno atípico


Hace no mucho os comentábamos que estas pasadas navidades han sido unas navidades negras (es decir, sin nieve) en Helsinki. Al final de esa entrada os decíamos que se anunciaban bajadas de temperatura y, en efecto, así sucedió. Durante la segunda quincena de enero las temperaturas fueron bajas (entre -10 y -20ºC) y hubo unos pocos días en los que nevó lo suficiente para que todo el paisaje se quedara blanco. Decimos pocos días, porque fueron aislados, pero las temperaturas eran tan bajas que la nieve podía aguantar. Incluso pudimos celebrar nuestra tradicional barbacoa en la nieve. Parecía que el invierno estaba aquí.

Unos de los pocos días de gran nevada en este invierno atípico
Unos de los pocos días de gran nevada en este invierno atípico.
Sin embargo, en febrero la cosa empezó a cambiar y las temperaturas fueron aumentando paulatinamente. Ello conllevó a un inevitable deshielo, ya que la segunda mitad de febrero ha mantenido las temperaturas por encima de 0ºC. Tanto es así, que a principios de marzo la nieve ya ha desaparecido por completo en la ciudad. Según decían en las noticias, este ha sido el segundo febrero más cálido en los últimos 113 años en la Laponia finlandesa, todo un récord.

¿Cuáles son las consecuencias? Muchas y variadas. Una de ellas es que se hace bastante incómodo caminar sobre las piedras que se echan en el suelo para no resbalarse. En algunas zonas estas piedras se han retirado, pero en otras todavía permanecen ahí. Por otro lado, los coches deben llevar las ruedas de invierno (con clavos) durante estos meses por ley. Al no haber nieve, os podéis imaginar el desgaste de ruedas y carreteras que ello conlleva.

Las pistas de patinaje sobre hielo naturales que pueblan toda la ciudad durante el invierno han tenido una breve presencia este año, ya que han desaparecido, y nos imaginamos que la pista artificial de la estación de tren tendrá un elevado coste de mantenimiento este año. La ausencia de nieve es un problema para los que disfrutan de la misma para hacer esquí de fondo o para tirarse por las colinas en trineo. Tanto es así que el pasado martes, que se celebraba un tradicional día de descenso de trineo en Kaivopuisto, las autoridades tuvieron que traer nieve con camiones para poder celebrar el evento.

Aunque hemos perdido el poder disfrutar de más tiempo de los increíbles paisajes nevados, hemos ganado a cambio unas temperaturas suaves que nos permiten salir a la calle con menos prendas de abrigo. Siempre hay que ver el lado positivo de las cosas.


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