Hoy os vamos a hablaros sobre cómo son los pisos en Finlandia. Más en concreto, cómo son los pisos que se suelen ver por Helsinki. En primer lugar, os tenemos que decir que los pisos suelen ser bastante pequeños por lo general. No esperéis encontrar pisos de 90 o 100 metros cuadrados (podéis encontrar alguno, sí, pero a unos precios exagerados). Lo normal es que sean pisos que rondan los 50 metros cuadrados.
Antes de subir al piso, os recordamos que en muchos portales hay cepillos para limpiarse la nieve de los zapatos. No obstante, una vez se entra al piso, la costumbre es quitarse los zapatos para evitar manchar o dañar el suelo con las piedras que echan en las calles para evitar resbalones en la nieve. Todo esto ya os lo contamos previamente en una entrada sobre los zapatos.
Y vamos ya al piso propiamente dicho. Generalmente, los pisos suelen contar con doble puerta a la entrada, lo que permite aislar el piso de ruido y frío. Los edificios no tienen buzones, sino que el buzón es una ranura en la propia puerta del piso, por lo que el correo llega directamente a casa. Y este es otro motivo para necesitar esa segunda puerta, ya que el hueco del buzón permite que el frío se cuele en el piso. Que ¿cómo sabe el cartero quién vive en cada piso? Muy fácil, en la puerta pone el primer apellido de cada uno de los habitantes del piso.
Las dos manecillas, la típica finlandesa (arriba) y la tradicional (abajo). |
- Yksiö: Apartamento de una única habitación en la que todo está unido: dormitorio, salón y cocina.
- Kaksio: Piso de una habitación (dormitorio) y un salón con cocina.
- Kolmio: Piso de 3 habitaciones: 2 dormitorios y un salón con cocina.
Además de estos tres tipos, hay, por supuesto, variedades, pero estos son los más comunes. Hay alguno casos en los que las cocinas pueden ser independientes, aunque muchas veces la independencia se da sólo con una semi-pared o una cortina. ¡Ah! Y por supuesto no esperes encontrar más de un baño...
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