Otto y los bancos

Cuando uno llega a este país a trabajar, una de las primeras cosas que le piden es tener una cuenta de banco finlandesa. Los trámites para abrir una cuenta no son sencillos. Te piden un contrato de trabajo para abrir la cuenta y, a su vez, en el trabajo te piden una cuenta. Por lo tanto, tienes que ingeniártelas para conseguir una de las dos cosas. Una vez que consigues convencer a los del banco para que te abran una cuenta, los problemas no han hecho más que empezar.

Aquí te cobran por todo. Por darte una tarjeta, por darte el pin de la tarjeta, por darte los códigos de la banca online, por hacer una transferencia entre dos cuentas del mismo banco... Por si eso no fuera poco, no te dan una cartilla como en España, sino que lo debes consultar todo a través de los cajeros o a través de la página web. Pero resulta que en los cajeros no te salen los movimientos de la cuenta, sino que sólo te aparece el saldo disponible. Y sí, lo puedes mirar por internet, eso sí, a los tres meses de abrir la cuenta, ya que los códigos de la banca online te los dan sólo cuando has ingresado las tres primeras nóminas. Dicen que mandan una carta a casa con los movimientos una vez al mes, pero aún estamos esperando... Otra historia es la titularidad de las cuentas. Aquí no hay costumbre de que dos personas sean titulares de una misma cuenta. Así que da igual tu estado civil, que aquí todo va por separado.

Una cosa que tienen bien montada es el tema de los cajeros. Da igual en qué banco tengas la cuenta, sólo hay un tipo de cajeros. Estos cajeros se llaman Otto, que pertenecen a una empresa, no a un banco en concreto. Por fortuna, los menús se encuentran en inglés (aparte de finés y sueco), si tu tarjeta está en inglés. Y, aunque parezca mentira, no cobran comisión por sacar dinero. Los Otto son como los McDonald's, te los encuentras a cada paso. Los hay en las estaciones de metro, en las calles y centros comerciales e incluso en los supermercados. Así que si queréis sacar dinero (incluso con una tarjeta de otro país), no preguntes dónde hay un cajero, pregunta ¿dónde hay un Otto?

Cajero Otto.