Töölönlahti

Töölönlahti es el conocido por muchos como "lago" del centro de Helsinki. Y decimos lago entrecomillado porque en realidad es una bahía del mar Báltico (literalmente, significa la bahía de Töölö). Sin embargo es normal confundirlo con un lago ya que es una bahía muy cerrada y la conexión con el mar pasa por debajo de las vías del tren, por lo que pasa inadvertida.

La bahía de Töölö (Töölönlahti).

Esta bahía es una maravilla en el centro de la ciudad. Una vez dentro de la zona, parece que te has trasladado a unos kilómetros a las afueras de la ciudad ya que lo único que se ve es naturaleza. La zona parece estar dividida en dos partes. Según se mira en el mapa, la parte izquierda es una sucesión de explanadas de césped y árboles donde la gente se agolpa a hacer picnics, descansar e incluso hacer yoga en grupo. La parte derecha es una zona de subida y bajada más frondosa y en la que se encuentran una gran cantidad de edificios de madera antiguos. Y en el centro, claro está, la gran extensión de agua que forma la bahía.

Alrededor de toda la bahía hay un camino de 2.2 kilómetros que circunvala la misma y que comprende un carril para peatones y otro para bicicletas, por lo que se llena de gente paseando, corriendo o pedaleando, sobre todo al final de la tarde en los meses de buen tiempo. Nosotros no somos menos y este mes de agosto estamos paseando por la zona casi a diario, algo muy recomendable.

Y como en verano Helsinki tiene muchas actividades, el césped de la bahía se llena de todo tipo de eventos, como el día del restaurante o la noche de las artes. Y no sólo eso, sino que en el agua se organizan otros eventos, como carreras de barcos a vela o baños bajo la luna llena.

Carrera de barcos a vela en la bahía de Töölö.

Pero no os penséis que el invierno aleja a la gente de la zona. Nada más lejos, en invierno la bahía se hiela, por lo que es posible cruzar de lado a lado sobre el mar helado. Además, como podéis imaginar, las vistas son espectaculares con todo blanco.

La bahía de Töölö helada.

Para poder llegar a la bahía se puede coger cualquier autobús que circule por la calle Mannerheimintie o los tranvías 4, 7 ó 10 y bajarse en la parada de "Hesperian puisto". Si estáis o vais a visitar Helsinki, no dejéis pasar la oportunidad de conocer un poco de la Helsinki menos turística pero enormemente encantadora.

El grupo S y el grupo K

Bajo los nombres que encabezan esta entrada se encuentran los dos grupos de comercios y servicios más importantes de Finlandia.

El grupo S es una organización cooperativa finlandesa que cuenta con negocios de todo tipo, como supermercados, hoteles, gasolineras, bares, restaurantes... Tienen incluso su propio banco. De hecho, la mayoría de bares y restaurantes famosos en el centro de Helsinki pertenecen a este grupo, como por ejemplo el bar Sports Academy o el restaurante Casa Largo, de los que os hemos hablado anteriormente. Además de en Finlandia, tienen presencia en Estonia, Letonia, Lituania y Rusia.

En todos los negocios de este grupo se puede utilizar la tarjeta S, una tarjeta de débito o de crédito, que sirve para acumular puntos y recibir descuentos. La reconocerás fácilmente por su color verde y porque está dibujada tanto a la entrada de los negocios como junto a la caja registradora. Hay que aclarar que para obtener esa tarjeta necesitas tener una cuenta en el banco de la cooperativa y pagar una cuota inicial para entrar a formar parte de la cooperativa. De este modo, oficialmente no recibes descuentos cuando pagas, sino que son beneficios de la cooperativa.

Anuncio de la tarjeta de fidelidad del grupo S.

El grupo K (Kesko) es un conjunto de negocios aglutinados bajo la misma marca. Este grupo se centra más en la venta de bienes que en el sector servicios, por lo que no tiene hoteles ni bares asociados. Sin embargo, sí que cuenta con un gran número de tiendas de los más variados sectores, como comida, ropa, electrónica, bricolaje, deporte... El grupo opera, además de en los mismo países que el grupo S, en Suecia, Noruega y Bielorrusia.

Supermercado del grupo K en Kamppi.

El grupo K tiene también su tarjeta de fidelidad, llamada K-Plussa, que cuesta unos 8 euros y que no se necesita asociar necesariamente a una cuenta de banco (aunque se puede si se quiere). Con esta tarjeta se acumulan puntos que se convierten en cheques de 5€ que llegan directamente al domicilio del cliente. También hay descuentos que sólo se aplican a los poseedores de la tarjeta, descuentos que en ocasiones pueden llegar a cifras del 40 o 50%.

Como habréis podido imaginar, en Finlandia estos dos grupos forman un gran duopolio en muchos sectores (sobre todo en en el de alimentación), lo que hace que el resto de competidores lo tengan muy difícil para poder aumentar la cuota de mercado. Lo normal es que cualquier finlandés tenga en su bolsillo las tarjetas de fidelidad de ambos grupos, ya que su presencia es muy grande y es difícil no utilizar algún comercio o servicio de uno o ambos grupos. El grupo S destaca por la gran variedad de negocios y por su presencia en bares y restaurantes del centro de Helsinki. El grupo K, por su parte, es el líder en número de supermercados en todo el país.

Rauma

Rauma es una de las ciudades más antiguas de Finlandia y cuenta con casi cuarenta mil habitantes. Es una ciudad portuaria, muy conocida por su centro histórico. La ciudad también es conocida por los trabajos de encaje y por tener un dialecto del finés propio, aunque hoy en día no se usa para la vida cotidiana.

La parte antigua de la ciudad, conocida como Antigua Rauma, es patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta parte de la ciudad conserva un gran conjunto de casas de madera, al estilo de Porvoo, aunque parece estar mucho más preparada para el turismo, a la vista del número de tiendas y cafeterías que se encuentran en la zona. Dicen que es la ciudad de madera histórica más grande de los países nórdicos.

Antigua Rauma.

Las calles están llenas de tiendas de todo tipo y muchos bares y restaurantes con terrazas donde descansar. La plaza del mercado es muy activa, pudiendo encontrar todo tipo de productos, como pescados, frutas, helados, flores...

Plaza del mercado de Rauma.

Uno de los edificios destacables dentro de la Antigua Rauma es la Iglesia de la Santa Cruz, que fue construída en el Siglo XV y que formaba parte de un monasterio franciscano. El frontal del altar contiene una enorme pintura medieval (la pintura votiva más antigua de Finlandia) que preside el edificio.

Iglesia de la Santa Cruz.

Esta ciudad, como tantas otras en Finlandia, sufrió un incendio en el siglo XVII, destrozando gran parte de la ciudad y, entre otros, una iglesia del siglo XV llamada Iglesia de la Santísima Trinidad. Un dato curioso es que cuando Gustavo Vasa fundó Helsinki para competir con la vecina Tallín, obligó a los burgueses de Rauma a mudarse a la nueva ciudad. Afortunadamente para ellos, a los siete años se les permitió regresar.

Segundo aniversario de Viviendo Suomi

Parece mentira, pero ya han pasado dos años desde que comenzamos esta aventura de escribir nuestras vivencias en un blog. Vuestro constante apoyo nos mantiene con las mismas ilusiones que el primer día. Además, poco a poco vamos conociendo a nuevos seguidores que con sus visitas y comentarios nos animan a seguir con esta labor.

Este año hemos vivido muchas experiencias finlandesas, tanto en invierno, como conocer a Papá Noel o dormir en un hotel de hielo, como en verano viviendo el espíritu de Juhannus en una cabaña en el lago. Hemos tratado de ofreceros nuestra visión de todas ellas y esperamos poder seguir haciéndolo en un futuro.

¡Muchas gracias por estos dos años! ¡Y que sean por muchos más!

Y como ya hemos aprendido un poco de finés, también os podemos decir kiitos!

Lista de precios (¿Hacemos la compra?)

Mucha gente nos pregunta sobre cómo de cara es la vida en Helsinki. Para que podáis verlo vosotros mismos, hemos recopilado algunos precios de productos comunes del supermercado. Como podréis apreciar, la cesta de la compra es más cara que en España, pero en nuestra opinión la relación precios/sueldos es mejor que en España.

Esta lista de precios es del supermercado K-Citymarket de Ruoholahti (Helsinki) de un día de mediados de verano. Obviamente, los precios (especialmente de verduras, hortalizas y frutas) son diferentes en invierno, siendo más caros en esas fechas.

Verduras y hortalizas
Lechuga iceberg	3.69 €/kg	Cebolla	3.36 €/kg
Tomate	1.69 €/kg	Patatas	1.49 €/kg
Pepino	3.49 €/kg	Calabacín	2.79 €/kg
Pimiento	4 €/kg	Brocoli	2.49 €/kg
Lechuga romana	9 €/kg	Judías verdes	15 €/kg

Fruta
Plátano	1.75 €/kg	Manzana verde	2.59 €/kg
Nectarina	2.89 €/kg	Fresas	8 €/kg
Cerezas	11 €/kg	Sandía	2.50 €/kg

Carne y pescado
Lomo	11.10 €/kg	Muslos de pollo	3.79 €/kg
Carne picada de pollo	10.72 €/kg	6 chorizos	7 €
Salmón	14.95 €/kg	Solomillo de ternera	29.90 €/kg

Básicos
Leche	1.06 €/l	6 huevos	1.35 €
Barra de pan	2 €	Azúcar	1.14 €/kg
Aceite de oliva virgen extra	6.80 €/l	Tableta de chocolate (200g)	2.09 €

Limpieza e higiene
18 rollos de papel higiénico	11.03 €	Jabón líquido	3.49 €/l
Ariel	4.04 €/kg	Fregona (unidad)	12 €

Servicio de mesas

En España, cuando vas a un bar o a una cafetería y te sientas en una mesa a veces te entra la duda de si hay servicio de mesas o no. En Finlandia, esa duda no cabe ya que el servicio de mesas es prácticamente inexistente. Es muy raro encontrar algún bar en el que haya servicio de mesas (hay algunas excepciones, como el A21, pero son muy escasas). Incluso en las terrazas de verano es necesario servirse uno mismo.

Una de las muchas terrazas de Helsinki.

Sin embargo, algo que a los españoles nos parece raro de primeras (vale que en España también hay bares y cafeterías sin servicio de mesas, pero una gran mayoría sí tiene), parece que aquí está muy asentado y a nadie le preocupa el tener que servirse uno mismo. Las colas para pedir en la barra no suelen ser largas, por lo que la espera no es demasiado. Y no sólo eso, en la mayoría de cafeterías, además de coger uno mismo el pastel o el bocadillo que desea, el café y el té están disponibles para que el cliente se sirva, sin necesidad de que el camarero pierda tiempo en ello.

Será cuestión de practicidad, será que es una tradición arraigada, pero el caso es que si venís a Finlandia no esperéis sentados en la mesa, porque la espera se os hará larga hasta que os deis cuenta de que no queda otra que ir a pedir a la barra.